¿Qué es el patio del colegio si no un lugar para plantar las semillas de las habilidades que tendremos de adultos? Repensar el papel del recreo ha sido una de las cruzadas de la pedagoga Gey Lagar, que ha enfocado sus esfuerzos en los niños con trastorno del espectro autista (TEA). 

Lagar se dio cuenta de la importancia de este espacio a la hora de socializar para los niños –no solo los que presentan rasgos TEA– y decidió crear el concepto de patio dinámico, algo que cuestionaba una de las instituciones más inmutables del colegio: el recreo.

El hecho de que tradicionalmente se permita un grado de libertad a la hora de socializar y el juego no dirigido, así como de salirse de las normas del aula hace que el recreo sea uno de los momentos más conflictivos entre los alumnos, que incluso pueden desembocar en la violencia entre ellos.

Si se siguen sus recomendaciones, las relaciones sociales se tornan más cercanas, sin prejuicios o estereotipos y se fomentan espacios de entendimiento, diálogo y democracia a la hora de llevar a cabo actividades. Porque, en resumen, los patios inclusivos se basan en el juego grupal.

Los colegios que los han implementado en sus recreos han visto como se incrementa la cooperación, el liderazgo, la creatividad y como se reducen los conflictos, al buscar alternativas a clásicos como el fútbol o las carreras. Además, es una manera efectiva para reducir la contaminación acústica, otro de sus grandes beneficios.

El objetivo esencial de los patios inclusivos es el de generar inclusión social, por lo que será necesario que, al menos al principio, haya un profesor –preferiblemente siempre el mismo– para que actúe como guía de las actividades. Esta posición puede ser rotativa para acabar incluyendo a todo el personal docente con el paso del tiempo, pero es necesario que los estudiantes TEA sepan en todo momento a quien acudir.

El primer paso para dinamizar un patio es el de aplicar pictogramas a los diferentes elementos. Los pictogramas son una forma sencilla de identificar algo, ya sea un patio, una cancha, unas gradas. Esto, para alumnos que no se encuentren dentro del espectro autista puede ser evidente, pero para los que sí presentan rasgos es de agradecer, pues es mucho más sencillo reconocer los espacios y las actividades asociadas a ellos.

Pero no es suficiente contar con elementos dinamizadores para crear un patio dinámico: es necesario que todos los alumnos se sientan seguros y arropados. No a todos los estudiantes les gustan los mismos juegos y es ahí donde radica la dificultad de establecer dinámicas sanas para todos.

Algunas ideas que se pueden tomar para crear un patio dinámico es implementar nuevos juegos cada cinco semanas. Pueden ser deportes nuevos, como el balón prisionero o actividades como el escondite inglés. Cuando se detecte que alguna actividad general problemas o no gusta, se debe cambiar. 

Para que funcionen bien este tipo de recreos, se puede dividir el patio en varias zonas diferentes, cada una con una actividad diferenciada. Si estás pensando en delimitar espacios en tu colegio, una de las mejores maneras de hacerlo es a través de la pintura y los murales, que además pueden hacerse para que incluyan elementos como saltos de longitud o dianas para practicar puntería. Si estás pensando en hacer que tu patio sea inclusivo, ¡cuéntanos tu proyecto!