Cómo preparar una pared para un mural

Ahora que has decidido pintar los murales de tu colegio, estarás curioso por saber cuáles son los pasos a seguir hasta que esté completado. El primero de todos ellos es identificar las superficies que se vayan a emplear para pintar sobre ellas.

Una pared ideal debe poder verse fácilmente incluso de noche. Su orientación debería ser hacia el este para evitar los rayos más fuertes del sol y estar protegida de vientos fuertes y de la lluvia con una cornisa. 

Evidentemente, encontrar una superficie que cumpla todos estos requisitos no es sencillo, pero cuantos más de ellos tenga, mejor. Por supuesto, usar buenos materiales es una garantía de que duren más en el tiempo, así como de preparar bien la pared antes de empezar a pintar.

Cómo preparar bien la pared

Para asegurar que la pintura se adhiere perfectamente a la pared, el primer paso es imprimarla con una capa de estabilizador. Esta, normalmente gris, tiene tonos neutros para que no afecte las manos de pintura que se den por encima. Sin embargo, si se eligen colores como el blanco o el negro se pueden conseguir mayores contrastes. 

Por buena que sea una pintura, esta no se fijará en muros húmedos, grasientos o excesivamente sucios. Así que antes de nada, esta tendrá que ser raspada y cepillada, para eliminar las capas de residuos que se hayan podido acumular en los años desde que se edificó. Las partes debajo de los canalones y repisas de ventana se ensucian con mayor frecuencia que las que no contienen estos elementos. 

La humedad es otro de los grandes problemas a la hora de pintar, por lo que lo mejor es esperar a que dé comienzo la temporada seca, a finales de primavera o principios de verano. El agua es causa de problemas de adhesión, abombamientos, descamaciones o descascarillamientos. 

Tratar correctamente la porosidad de las paredes es esencial si no se quiere que surjan manchas de cal cuando vuelva la época húmeda. Estas incluso pueden llegar a despegar la pintura de las paredes y esta cal debería ser cepillada antes de aplicar capas de estabilizador. 

Si se quiere pintar sobre superficies irregulares como el ladrillo (y sus grietas), se puede aplicar una capa de cemento para cubrir los huecos y conseguir un acabado liso. Sin embargo, este debe ser una mezcla más débil que en la base, porque al encogerse puede romper la pared original. 

Ahora que ya sabes cómo preparamos el muro antes de pintarlo, puedes hacerte una idea de lo que necesitas para que tu colegio tenga una nueva decoración en las paredes. Si se hace correctamente, tus nuevos murales pueden durar entre 3 y 10 años. A partir de entonces volverán a aparecer las características de la pared original, por el efecto de las inclemencias del tiempo. 
Si quieres asesoramiento sobre cómo hacer que tu cole mole gracias a murales personalizados, ponte en contacto con nosotros.

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